Hace mucho tiempo, el amor ya estaba bordado en nuestros tejidos. En la leyenda de Huari.Cuando las montañas tenían formas humanas, Tunupa fue una mujer de belleza extraordinaria, muchos intentaron conquistarla, pero no pudieron. Hasta que un día, el Gran Azanaque, como una ofrenda de amor, hizo brotar de la tierra el agua más pura para Tunupa. Juntos bebieron de ella y sellaron su amor para siempre.Aunque el paso del tiempo los transformó en montañas, la vertiente de su amor sigue co vida, de ella nace esta leyenda y la pureza de nuestro origen.